La campaña
Invisibles fomenta a través del arte la concientización e integración de las
personas en situación de calle.
Txt María Eugenia Mastropablo
“¿Quiénes seríamos si nos tocara vivir en la
calle?” “¿Quiénes seríamos si nos hubieran negado el nombre, la mirada, la
palabra, la mano, lo suficiente para descreer del otro y ya no pedir ayuda”,
estas son algunas de las preguntas que plantea la campaña Invisibles, impulsada
por la Casa de la Cultura de la Calle.
Un día el paisaje de Plaza Italia cambió (o no
tanto). Desde lejos parecía una hilera de gente "en situación de calle" sentada
en el piso. Pero al acercarse, la impresión se agudizaba porque lo que parecían
personas eran muñecos sin cabeza, sin manos, sin piernas, como fantasmas. Estos muñecos forman parte de la campaña Invisibles.
“El objetivo es concientizar sobre la gente que está en situación de calle.
Quisimos hacer algo interesante, generar algo que fuera de mucho impacto para
que las personas prestaran atención”, cuenta la directora de la Casa Francisca
Hollman. “La idea era mirar de una manera diferente a las personas que están en
situación de calle, las vemos todos los días y llega un momento en que su condición pasa a estar naturalizada”,
agrega.
La idea de hacer estas figuras tenía que ver
con llamar la atención partiendo de la ausencia del cuerpo. “Pensamos que iba a
conmocionar más así que con las personas efectivamente de la calle”. Una de las preocupaciones de los integrantes
de la campaña antes de hacerla pública fue la reacción de las personas que
viven en la calle. “Realmente charlamos mucho sobre qué iba a pasar
con la gente que estaba en la calle y que veía un muñeco imitándolos. Hubo varios
chicos que se acercaron diciendo ‘¿qué es esto’’, ‘¿para qué lo hacen’? No fue
fácil de explicar pero lo hicimos, les contamos y después estuvieron con
nosotros todo el día, todos los días”, cuenta Hollman. “Fue fuerte, la gente se
acercaba, preguntaba y los chicos les contaban de su vida”. Una de las respuestas mayoritarias de la
gente que vive en la calle ante la campaña fue: “Está bien, porque a nosotros
ni nos miran”.
La Casa de la Cultura de la Calle es una
asociación civil creada en el 2004 bajo la iniciativa del actor Gastón Pauls. “Desde
el principio estuvimos Gastón y yo armando toda la propuesta, empezamos a sumar
gente que fue armando todo el equipo y, básicamente, trabajamos en inclusión
social. Hay diferentes líneas de trabajo que tienen que ver con talleres para
chicos en situación de riesgo. También hay intervenciones, muestras y talleres de concientización”,
cuenta Hollman.
Los integrantes de Invisibles no se conforman
con sólo “dar una cachetada de realidad”
o “conmover” sino que armaron una página web especializada donde aparecen todas
las fundaciones y agrupaciones que ayudan a las personas que viven en la calle.
“Sólo promocionamos las que conocemos y sabemos que funcionan bien”, aclara.
La segunda etapa de la campaña va a constar
de un flashmob, que es una intervención urbana sin previo aviso. “Va a ser una
intervención donde las personas van a tomar el tren en Constitución y en algún
momento va a empezar a sonar una música bien fuerte. Va a haber 200 bailarines
haciendo una puesta artística y estética que va a hablar de la gente en
situación de calle”. El flashmob está programado para fines de octubre pero
como es un evento sorpresa no hay una fecha publicada.
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