Txt. Etienne Baigorri
Amiga de Frida Kahlo y Diego Rivera, la
fotógrafa basó su obra en imágenes de la historia mexicana durante las primeras
décadas del siglo XX. La exposición estará en el Centro Cultural Borges hasta
el 13 de febrero.
Adelantada a su tiempo, Tina luchó por los derechos de la clase trabajadora
de México aunque era italiana. Nació el
16 de agosto de 1896 en Undine, una pequeña ciudad de fábricas textiles en el
norte de Italia, cercana a Trieste, el puerto del Mar Adriático. A los 17 años,
emigró con su familia a Estados Unidos, con la esperanza de alcanzar el american dream que nunca llegó a ser más que un sueño.
A pesar de que la fotografía ya estaba instalada
entre los Modotti, primero por su tío Petro, que hacía experimentos con fotos
hechas a la luz de las velas y también por su padre Giuseppe que abrió en San
Francisco el taller fotográfico Modotti
Joseph & Co, que poco tiempo después llegaría a la quiebra, Tina pasó
por varios oficios hasta encontrarla. Obrera en una fábrica de sedas y hasta
actriz de cine mudo en Hollywood, en 1921 conoció al fotógrafo Edward Weston,
su amante y mentor para quien primero fue modelo y luego discípula. Dos años
después se instalaron en México y la inocencia de Tina quedó sepultada junto al
sueño americano. La opresión que se vivía en ese país y sus recientes vínculos
con miembros del grupo de la Unión Mexicana de Artistas, como Manuel Álvarez Bravo, Diego Rivera, Charlot,
Orozco y Siqueiros, la llevaron a afiliarse al Partido Comunista en 1927. Para
ese entonces sus fotos de cosas simples pero provocativas y su personalidad que
rompía con el conservadurismo latinoamericano no pasaban desapercibidas. Las
fotos que Tina hizo de composiciones de correas de cartuchos, mazorcas de maíz,
una guitarra y un sombrero son naturalezas muertas de una altísima sencillez.
Simbolizan la revolución y sirven al mismo tiempo como medios de carácter
sugestivo de connotaciones políticas.
Julio Antonio Mella, dirigente estudiantil cubano, fue su próximo romance que duro tan sólo un año. En 1929 fue asesinado y Tina acusada como cómplice de su muerte, aunque nunca se pudo probar. Es famosa la foto de Mella que muestra al dirigente del Movimiento Obrero Sudamericano y que se prestó muy bien para la idealización de su persona, una toma de medio perfil que refleja a un líder fuerte y decidido. Cuando Tina Modotti murió en 1942, de un ataque cardíaco en un taxi, en su cartera encontraron una pequeña copia de esta imagen.
La muestra Tina Modotti. Fotógrafa y revolucionaria que ofrece el Centro
Cultural Borges, curada por Reinhard Schultz y Blanca María Monzón, invita a recorrer
todos esos momentos de su vida a través de sus propias creaciones de gran valor
artístico y documental, en particular las referidas a las décadas posteriores a
la Revolución Mexicana. La exhibición, de 80 fotografías, también cuenta con
obras que Tina exhibió en Alemania, cuando fue expulsada de México en 1930 acusada
de complicidad en el intento de asesinato del presidente mexicano Pascual
Ortiz Rubio. Allí viajó hacia la Unión Soviética
para continuar con su activismo, que saltó fronteras y llegó hasta Francia,
España, Madrid y Valencia para regresar nueve años después como asilada a México,
donde continuó fotografiando e interviniendo en política a través de la Alianza
Antifascista Giuseppe Garibaldi con un nombre falso.
Centro Cultural Borges - Viamonte esquina San Martín
Lunes a sábados de 10 a 21 hs.
Domingos de 12 a 21 hs.
Adultos: $25. Jubilados y estudiantes: $20.
Menores de 12 años: sin cargo
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