jueves, 17 de mayo de 2012

Taller popular de bicis

Un recorrido por la Fabricicleta
 
 Txt Lautaro Schachmann 
 
La Fabricicleta no es una fábrica de bicicletas común y corriente, como se puede imaginar al analizar la etimología de la palabra. Ni siquiera es una fábrica propiamente dicha. Surgió tras una Masa Crítica, un año y medio atrás. Un grupo de amigos que se habían conocido en una edición anterior de ese evento mensual bicicletístico se propuso hacer un “taller popular para bicis”, como habían visto que existen en otros países, pero adaptado a la realidad e idiosincrasia argentina. Un lugar donde cada ciclista pueda llevar su bici rota y arreglarla usando las herramientas del espacio y con la ayuda de otros ciclistas, que se acercan semana tras semana para colaborar y transmitir sus conocimientos mecánicos. Un espacio donde todos los biciamantes pueden aprender, enseñar y compartir las experiencias con la bici. Un punto de encuentro para todos los que bogan por un mundo con más bicis en la calle.

La Fabricicleta por Anne Sophie Girault
El taller está armado en el espacio donde funciona la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Villa Urquiza, en la ex “Pizzería La Ideal” y frente a la plaza Jorge Casal . La Fabri está abierta los martes de 18 a 22 hs. y los sábados de 16 a 20 hs. El local y la plaza son espacios que ocuparon los vecinos en diciembre de 2001. En estos diez años funcionaron ahí un comedor escolar, un merendero, una biblioteca, una videoteca, una sala de ensayo para teatro y hasta se armó un taller de reciclaje de ropa con el mismo formato que la Fabri, que se llama “La Pilchería”. En 2003, un juez falló a favor de la Asamblea permitiendo el uso del espacio para actividades que no impliquen uso de dinero ni usufructo por la asamblea. 
 
Las habitaciones donde se trabaja están divididas en distintas estaciones que abarcan los diferentes problemas que pueden detener a un velocípedo. Cada estación tiene las herramientas propias del sector al que pertenecen y contienen una frase que las describe: Frenos/cambios –“para poder frenar feliz y mantener la dentadura”-, centrado –“para ruedas chuecas, herramientas blancas!”, donaciones –“escribir un libro, tener un hijx, plantar un árbol, donar un repuesto”-, limpieza –“procedimiento general para limpieza de partes sucias y muy sucias”-, parchado –“parches-cámaras-cubiertas” y rodamientos –“masas, movimiento de dirección y caja pedalera.

La Fabricicleta se rige con un manifiesto que hace las veces de bajada de línea “institucional” en forma de 10 mandamientos. Está fechado al dos de diciembre de 2010 y subido a su web, y todos los que organizan el movimiento dicen estar adheridos. En el manifiesto, aseguran que “no existe bicicleta obsoleta ni biciparte descartable”. Dicen también que todos tienen sus grasas, que nadie en la Fabricileta va a juzgar ni ser juzgado. “Desarmando sus bicis las personas se conocen mejor, se predisponen a conocer mejor a los demás, y al mundo”, reza el cuarto mandamiento.


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